Los
movimientos ecologistas que expresan el sentimiento contrario a
volar, advirtiendo sobre el impacto de la aviación en el cambio
climático y adquiriendo terminología específica que así lo
demuestra, sumado al
concepto, el alto costo económico por el modelo de actividad
desarrollada, ahora también se agregan los eventos que afectan y
exponen en serios riesgo directamente la salud de toda persona a
nivel mundial.
La
actividad aérea es sostén y fuente laboral de una gran número de
personas en forma directa, subdirecta e inducida; a crecido no solo
cuantitativamente, sino que a su vez en forma cualitativa, quizá con
poco respeto a la naturaleza favoreciendo a la contaminación que hoy
el mundo entero soporta. Lo cierto es que no es bueno hacer pura y en
forma exclusiva responsable a la mencionada actividad del flagelo a
la aviación en su conjunto, existen diferentes factores y acciones
ajenas a la aviación que provocan contaminación, sin entrar en
detalles. Aunque si es cierto, hace falta y es necesario un cambio de paradigma en relación al respeto medio ambiental.
Bien,
en el presente artículo hago eco de las nuevas estrategias
planteadas y llevadas a cabo por el organismo referente que, elabora
las
diversas estrategias
en
conjunto
con
todos
los actores participantes
de la actividad aérea,
así
dar
forma a un
crecimiento
seguro
y sostenible que conecte
y enriquezca
el mundo; IATA.
El
Sr. Alexandre de Juniac, Director General y CEO de IATA expresa lo
siguiente:
“<<…
Es
nuestro deber proteger al planeta de los desastrosos impactos del
cambio climático.
Algunos dicen que la respuesta al
cambio climático es detener o reducir en gran medida los vuelos. Eso
tendría graves consecuencias para las personas, los empleos y las
economías de todo el mundo. Sería un paso atrás para una sociedad
aislada que es más pequeña, más pobre y limitada.
Digo, trabajemos juntos para hacer
que volar sea sostenible. El CO2 es el problema. Podemos y estamos
haciendo algo significativo para reducirlo...>".
Desde
luego, reducir el cambio climático es un serio desafío a nivel
global y, la aviación comercial es responsable de aproximadamente
del
2% de las emisiones globales de carbono. Durante el año 2009 la
industria puso en marcha una ambiciosa estrategia orientada a las
emisiones de carbono y sus efectos, con objetivos y un plan de acción
fundamentada en cuatro pilares, a saber:
IATA
reconoce la necesidad de abordar el desafío global del cambio
climático y adoptó un conjunto de objetivos ambiciosos para mitigar
las emisiones de CO2 del transporte aéreo:
- Una mejora promedio en la eficiencia de combustible de 1.5% por año desde el 2009 a 2020.
- Un límite a las emisiones netas de CO2 de la aviación a partir de 2020 (crecimiento neutral en carbono)
- Una reducción en las emisiones netas de CO2 de la aviación del 50% para el año 2050, en relación con los niveles del año 2005.
La estrategia de los cuatro pilares.
Se determina que IATA es parte de la
solución, pero insiste en que, para lograr estos objetivos, se
requiere un fuerte compromiso de todas las partes interesadas que
trabajan juntas a través de los cuatro pilares de la estrategia de
la industria de la aviación:
Los cuatro pilares son:
- Tecnología mejorada, incluido el despliegue de combustibles sostenibles bajos en carbono.
- Operaciones de aeronaves más eficientes.
- Mejoras en la infraestructura, incluidos los sistemas modernizados de gestión del tránsito aéreo.
- Una única medida global basada en el mercado, para llenar la brecha de emisiones restante.
Para finalizar el presente artículo,
resta preguntarse ¿será posible llevar a cabo el cumplimiento de
las estrategias adoptadas?, en ciertos aspectos indica que si; ¿será
posible contar en un cierto plazo con una actividad aérea más
saludable? Con el correr del tiempo se lo sabrá, lo cierto es que se debe
trabajar y con cierta celeridad en relación al tema, la conectividad es necesaria pero no a cualquier coste.
Luis
E. Morell Hernández. - Opinión – Artículo inspirado sobre su
fuente.
Fuente:
https://www.iata.org/en/policy/environment/climate-change/
Fuente
de imagen: https://buenavibra.es
Luis E. Morell Hernández.